Finalmente, Samsung ha tomado la decisión de no actualizar el sistema operativo de su smartphone Samsung Galaxy S al nuevo Android 4.0 Ice Cream Sandwich, última versión hasta el momento del sistema operativo de Google.
Dejando atrás rumores, confirmaciones y desmentidas, la empresa surcoreana ha puesto un alto a todas las especulaciones comunicando oficialmente que el móvil insignia de su línea Galaxy no conocerá una versión más avanzada del sistema operativo Android 2.3 Gingerbread.
Si bien no está muy claro el por qué de semejante decisión, algunos trascendidos hablan de una incompatibilidad con la interfaz TouchWiz de Samsung que podría derivarse de la potencia del procesador Hummingbird. Y si esta es la razón detrás de la decisión de no actualizar, puede que lo mismo ocurra en otras compañías.
Que si, que no, que llegue una compensación
Ante la terminante decisión de Samsung de no actualizar su sistema operativo, dejó entrever que lanzaría un value pack con algunas actualizaciones especiales para compensar a sus usuarios, pero hace unos días lo desmintió categóricamente.
De todas formas, parece que Samsung tampoco tiene muy claro lo que terminará haciendo, pues el sitio web de pocketnow habla de información filtrada desde la compañía que podría tranquilizar a los usuarios: después de todo sí habrá un paquete de mejoras exclusivas y el Samsung Galaxy S adoptará algunas funciones extraídas del Android 4.0 Ice Cream Sandwich, como por ejemplo un sistema de reconocimiento facial para desbloquear el uso del móvil. También se menciona la inclusión del editor de videos que ya disfrutan los usuarios del Samsung Galaxy S2.
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